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PATCHUKO

No somos nadie.

No somos nadie. Mi madre decía con frecuencia una frase que a mí me fascinaba: "En esta casa somos muy cafeteros". Solía emplearla como respuesta a los halagos que de su café hacían las visitas. A mí me parecía bien que en casa fuéramos muy cafeteros, ya que no podíamos ser otra cosa. Creo que como carecíamos de identidad, y de horizontes, esto de ser cafeteros era una de las cosas a las que podíamos aspirar sin grandes inversiones.

Mi padre, cuando veía en la televisión a un bailarín negro, solía decir: "Los negros llevan la música en la sangre". Lo afirmaba con tanta pasión que parecía que hablaba de nosotros, de manera que llegué a pensar que éramos una familia de negros un poco desvaídos. Aquella frase, la verdad, me parecía tan rotunda como la de mi madre acerca del café. Crecí con la idea de que el colmo de la personalidad consistía en reunir las dos condiciones: ser cafetero y negro al mismo tiempo.

Transcurrieron los años y mis padres alquilaron una casa con goteras -un desastre- en la sierra de Madrid para pasar el mes de agosto, continuábamos siendo muy cafeteros y los negros seguían llevando la música en la sangre. Pero mi horizonte se amplió con una nueva frase, utilizada de manera indistinta por mi padre y mi madre, para transmitir a las visitas las excelencias de aquel lugar: "Aquí, a media tarde, te tienes que poner una rebeca en pleno mes de agosto". O sea, que además de ser negros y cafeteros, ahora vivíamos en un lugar donde había que ponerse una rebeca a media tarde. Estábamos, en fin, llenos de atributos. Los padres de algunos de mis compañeros veraneaban junto al mar en casas de verdad y poseían coches excelentes, pero yo los miraba por encima del hombro, porque no eran negros, ni cafeteros, ni se tenían que poner una rebeca a media tarde. Con los años, además de volverme blanco, tuve que dejar el café, porque me hacía daño. Sólo conservaba la rebeca, pero se la di a un pobre el otro día. O sea, que me he quedado en nada. La frase que más uso ahora también es muy original: No somos nadie.
J.J. Millás.

8 comentarios

galadriel -

No escribo porque las palabras últimamente no bajan. Y soy de Argentina,la pegaste, pero vivo en Alemania desde hace ya doce largos años.

xavier -

Que mala eres! ufff ahora por deducción logica, pues Alemania... de ahí es de donde me escribes, pero ¿de donde eres? y ¿que tal por Alemania? con lo bien, lo calido y lo divertido que se vive en Españaaaaa! ya me contarás... pero ¿porqué no publicas nada en tu blog? saludos!!

galadriel -

Fijate en tu contador de Nedstat. ¿Qué países entran siempre?

xavier -

Bueno, al decir tú "carajo" pensé que eras de Mexico, pero ahora con "adivinás" diriaaa... Argentina!... y claro, no podría adivinar donde estás ahora si tu no me lo dices!!... ¿acerté con Argentina o son "pavadas"? ;)

galadriel -

Ni de España ni de Méjico. Además una cosa es de dónde soy y otra cosa adónde estoy. ¿A ver si adivinás?

xavier -

Me expliqué un poco mal: la cadena ser la puedes escuchar cada dia, me refería que J.J. Millas sale los viernes...

xavier -

Si si! es genial Juan José Millás... puedes escucharlo en la radio, aunque no seas de España (lo eres? o de Mexico?) sale dentro de un programa que dan de 16 a 19 horas llamado "La ventana", en la emisora de La cadena Ser... se puede sintonizar por internet en www.cadenaser.com: le das donde pone LA VENTANA y en la columna de la izquierda, le das donde pone su nombre. Puedes escuchar la ultima lectura grabada de historias enviadas por radio oyentes, o bién escuchar la radio en directo creo, los viernes.
Y si... la maraña de madreselva es lo que piensas...
besos!

galadriel -

Me gusta este Millás. Escribe con una facilidad envidiable. Me pregunto si él a veces también tiene esas épocas en las cuales las palabras no bajan... Esas malditas perras negras, diría Cortázar. En tu poema está muy bueno lo de la cima en la maraña de madreselva. ¿Es lo que yo pienso o me fui al carajo? Saludos.