LA PIEDRA REDONDA
Lo que tengo lo llevo conmigo
en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo,
lo que quiero está siempre tan lejos
quizás al final de este absurdo camino.
A veces cuando el sol se va,
tiñiendo de violeta la esquina del mar
comprendo que nunca tuve nada y que
muy probablemente nunca lo tendré.
... sólo el beso de tu voz en el alma
... y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor.
Me siento tan solo no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
En tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévame, aire del camino hasta donde nadie me pueda encontrar.
A veces, cuando asoma el sol,
llenando de diamantes la quietud del mar,
me doy cuenta de que siempre fue así;
siempre estuve solo y siempre lo estaré.
... cuántas veces soñando despierto.
... creo verte entre la multitud.
En algún lugar alguien debería escribir que este mundo no es más que una enorme piedra redonda.
Me siento tan sólo que no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
Y en tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévanos, aire del camino hasta donde nadie nos pueda encontrar...
El Último de la Fila
en esta absurda bolsa y en este absurdo cuerpo,
lo que quiero está siempre tan lejos
quizás al final de este absurdo camino.
A veces cuando el sol se va,
tiñiendo de violeta la esquina del mar
comprendo que nunca tuve nada y que
muy probablemente nunca lo tendré.
... sólo el beso de tu voz en el alma
... y el perfume de tu cuerpo a mi alrededor.
Me siento tan solo no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
En tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévame, aire del camino hasta donde nadie me pueda encontrar.
A veces, cuando asoma el sol,
llenando de diamantes la quietud del mar,
me doy cuenta de que siempre fue así;
siempre estuve solo y siempre lo estaré.
... cuántas veces soñando despierto.
... creo verte entre la multitud.
En algún lugar alguien debería escribir que este mundo no es más que una enorme piedra redonda.
Me siento tan sólo que no sé en qué dirección correr
como un pájaro raro, que llegó al festín de los monos.
Llévame, aire del camino
hasta donde nadie me pueda encontrar.
Llévame, aire tibio y azul
y abandóname colgado de tu luz.
Y en tu luz brillante de cuchillo
adivinaré la rosa y el clavel.
Llévanos, aire del camino hasta donde nadie nos pueda encontrar...
El Último de la Fila
2 comentarios
xavier -
lunaaaaa -
y conoceré el mundo......