Los hijos de Mil
Cuenta la leyenda que el ilustre Brath (hijo de Death)tuvo un hijo llamado Breogán, el que actualmente figura en el himno gallego, que fue un gran conquistador de tierras en España tras muchas batallas y combates contra las duras tribus españolas.
Fundó la ciudad de Brigantia (que actualmente es A Coruña) y el faro, que ahora se llama «Torre de Hércules».
Breogán tuvo 10 hijos: Breg, Cuala, Cuaionge, Bleid, Fuad, Muirtheme, Eble, Nar, Ith y Bile.
Uno de ellos, Bile, le dio un nieto llamado Golam, que fue educado «en todo tipo de sabiduría» y en las artes de la guerra. Pero cuando llegó a la edad adulta decidió regresar a la tierra de la que partieron sus antepasados.
Entonces, con cuatro barcos partió hacia Escitia, pasando por Gatiam (Gadir/Cádiz), las torres de Hércules, Sicilia, los mares Negro y Caspio, hasta llegar a las llanuras Escitas, que por entonces estaba gobernada por el rey Reffloir.
El recibimiento fue caluroso y el Rey quiso que Golam se casase con su hija Seng, con la que tuvo dos hijos: Eremon y Eber Donn. Pero con el tiempo, Golam llegó a gozar de más popularidad que el propio rey, lo que causó la envidia de éste, que acabó retándolo a un duelo.
Tras vencerlo, Golam se fue con los suyos, incluidos sus hijos, navegando por las costas de Asia hasta llegar a Egipto.
El recibimiento por parte del faraón Nectonebus no fue menor que el que le brindase Reffloir, y también lo casó con su hija Scota. Allí permaneció Golam ocho años, teniendo con su nueva esposa una pareja de gemelos.
Entonces quiso Golam regresar a su auténtica tierra, junto a los suyos. Embarcaron y llegaron a una Brigantia desierta.
Breogán había muerto y las tribus sometidas se habían vuelto contra los goideles.
Golam reunió a los supervivientes, refugiados en los bosques y las montañas, e inició la contraofensiva.
Resultando, igual que su abuelo Breogán, vencedor en todas las batallas, por lo que recibió el nombre de Mil.
Y gobernó durante bastantes años, hasta que una enfermedad acabó con él.
Después las tribus volvieron a sus habituales hostilidades con más fuerza que nunca, por lo que los sucesores de Golam, sus hijos Emer Donn y Eremon, tuvieron que limitarse a defender los límites de Brigantia.
Entonces, Ith, otro hijo de Breogán, «experto y muy preparado en conocimientos» (sin duda un druida), una noche de noviembre vislumbró desde la Torre de Hercules una lejana isla y hasta ella embarcó junto a algunos hombres.
Esa isla era Irlanda, que por aquel entonces se llamaba Inis Ealga y estaba habitada por los Tuatha Dé Danann. Estos, ya estaban alejados de la gloria de los viejos héroes de antaño y guerreaban entre ellos una vez que habían acabado con sus enemigos. En la fortaleza de Ailech (en el actual condado de Donegal) encontró a tres reyes que discutían sobre cómo dividirse entre ellos la tierra de un cuarto, que había muerto.
Ith les encaminó a que depusiesen las armas y que disfrutasen la vida en aquella tierra en que vivían, tan fértil y con buen clima. Los reyes creyeron entender en sus palabras un deseo de conquista, por lo que le tendieron una emboscada cuando regresaba a su barco, de la que resultó mortalmente herido. Cuando se enteraron de esa traición, los Hijos de Mil decidieron tomarlo como una declaración de guerra y se dispusieron a invadir la isla. A la primavera siguiente partieron de Brigantia 5 barcos con 40 jefes guerreros, sus mujeres y servidumbre, entre ellos Amergin, hijo de Golam.
Al llegar, un 1 de mayo, día decimoséptimo de la luna, los Tuatha de Danann se hicieron los ofendidos por ese ataque de improviso, por lo que Amergin determinó que se alejarían con sus barcos a una distancia de nueve olas (en la Galicia actual aún se conservan rituales relacionados con nueve olas) y después atacarían.
Entonces los druidas de los danianos provocaron una tormenta mágica que dispersó los barcos mar adentro.
Amergin consiguió parar la tempestad invocando al espíritu de la tierra de Irlanda, con quien se había comunicado con anterioridad. Todos se salvaron excepto Donn y los de su barco, que serían tragados por las aguas tras jurar aquel que mataría a todos los habitantes de la isla. Los Tuatha de Danann serían derrotados en Sliabh Mis y en Tailtiu, pasando los supervivientes a vivir en el sidhe, algo así como el mundo subterráneo al que se accedía a través de los dólmenes y otro tipo de edificios de la más remota antigüedad que había en las colinas.
Por su parte, los hijos de Mil quedaron gobernados por los hermanos Eremon y Eber Finn, que no lograron ponerse de acuerdo y se dividieron al personal y a la isla, quedando el norte para el primero y el sur para el segundo.
Y esta invasión sería la última, ya que no hubo ni plagas ni otros invasores (las invasiones vikingas y normandas fueron muy posteriores y muy parciales), por lo que aquellos Hijos de Mil, procedentes de España, serían los antecesores de los irlandeses actuales...
Fundó la ciudad de Brigantia (que actualmente es A Coruña) y el faro, que ahora se llama «Torre de Hércules».
Breogán tuvo 10 hijos: Breg, Cuala, Cuaionge, Bleid, Fuad, Muirtheme, Eble, Nar, Ith y Bile.
Uno de ellos, Bile, le dio un nieto llamado Golam, que fue educado «en todo tipo de sabiduría» y en las artes de la guerra. Pero cuando llegó a la edad adulta decidió regresar a la tierra de la que partieron sus antepasados.
Entonces, con cuatro barcos partió hacia Escitia, pasando por Gatiam (Gadir/Cádiz), las torres de Hércules, Sicilia, los mares Negro y Caspio, hasta llegar a las llanuras Escitas, que por entonces estaba gobernada por el rey Reffloir.
El recibimiento fue caluroso y el Rey quiso que Golam se casase con su hija Seng, con la que tuvo dos hijos: Eremon y Eber Donn. Pero con el tiempo, Golam llegó a gozar de más popularidad que el propio rey, lo que causó la envidia de éste, que acabó retándolo a un duelo.
Tras vencerlo, Golam se fue con los suyos, incluidos sus hijos, navegando por las costas de Asia hasta llegar a Egipto.
El recibimiento por parte del faraón Nectonebus no fue menor que el que le brindase Reffloir, y también lo casó con su hija Scota. Allí permaneció Golam ocho años, teniendo con su nueva esposa una pareja de gemelos.
Entonces quiso Golam regresar a su auténtica tierra, junto a los suyos. Embarcaron y llegaron a una Brigantia desierta.
Breogán había muerto y las tribus sometidas se habían vuelto contra los goideles.
Golam reunió a los supervivientes, refugiados en los bosques y las montañas, e inició la contraofensiva.
Resultando, igual que su abuelo Breogán, vencedor en todas las batallas, por lo que recibió el nombre de Mil.
Y gobernó durante bastantes años, hasta que una enfermedad acabó con él.
Después las tribus volvieron a sus habituales hostilidades con más fuerza que nunca, por lo que los sucesores de Golam, sus hijos Emer Donn y Eremon, tuvieron que limitarse a defender los límites de Brigantia.
Entonces, Ith, otro hijo de Breogán, «experto y muy preparado en conocimientos» (sin duda un druida), una noche de noviembre vislumbró desde la Torre de Hercules una lejana isla y hasta ella embarcó junto a algunos hombres.
Esa isla era Irlanda, que por aquel entonces se llamaba Inis Ealga y estaba habitada por los Tuatha Dé Danann. Estos, ya estaban alejados de la gloria de los viejos héroes de antaño y guerreaban entre ellos una vez que habían acabado con sus enemigos. En la fortaleza de Ailech (en el actual condado de Donegal) encontró a tres reyes que discutían sobre cómo dividirse entre ellos la tierra de un cuarto, que había muerto.
Ith les encaminó a que depusiesen las armas y que disfrutasen la vida en aquella tierra en que vivían, tan fértil y con buen clima. Los reyes creyeron entender en sus palabras un deseo de conquista, por lo que le tendieron una emboscada cuando regresaba a su barco, de la que resultó mortalmente herido. Cuando se enteraron de esa traición, los Hijos de Mil decidieron tomarlo como una declaración de guerra y se dispusieron a invadir la isla. A la primavera siguiente partieron de Brigantia 5 barcos con 40 jefes guerreros, sus mujeres y servidumbre, entre ellos Amergin, hijo de Golam.
Al llegar, un 1 de mayo, día decimoséptimo de la luna, los Tuatha de Danann se hicieron los ofendidos por ese ataque de improviso, por lo que Amergin determinó que se alejarían con sus barcos a una distancia de nueve olas (en la Galicia actual aún se conservan rituales relacionados con nueve olas) y después atacarían.
Entonces los druidas de los danianos provocaron una tormenta mágica que dispersó los barcos mar adentro.
Amergin consiguió parar la tempestad invocando al espíritu de la tierra de Irlanda, con quien se había comunicado con anterioridad. Todos se salvaron excepto Donn y los de su barco, que serían tragados por las aguas tras jurar aquel que mataría a todos los habitantes de la isla. Los Tuatha de Danann serían derrotados en Sliabh Mis y en Tailtiu, pasando los supervivientes a vivir en el sidhe, algo así como el mundo subterráneo al que se accedía a través de los dólmenes y otro tipo de edificios de la más remota antigüedad que había en las colinas.
Por su parte, los hijos de Mil quedaron gobernados por los hermanos Eremon y Eber Finn, que no lograron ponerse de acuerdo y se dividieron al personal y a la isla, quedando el norte para el primero y el sur para el segundo.
Y esta invasión sería la última, ya que no hubo ni plagas ni otros invasores (las invasiones vikingas y normandas fueron muy posteriores y muy parciales), por lo que aquellos Hijos de Mil, procedentes de España, serían los antecesores de los irlandeses actuales...
1 comentario
Deva -
Un saludo