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Interesante libro de Punset

Interesante libro de Punset

Este hombre es una eminencia, además de ser muy televisivo actualmente en el programa REDES de TV2, es licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid y máster en Ciencias Económicas por la Universidad de Londres, abogado, economista y comunicador científico... su biografia es intensa. http://www.eduardpunset.es/biografia.php

 Asi que recomiendo su ultimo libro, que nos da varias claves para la FELICIDAD... como muestra un boton:

La felicidad es un estado emocional activado por el sistema límbico en el que, al contrario de lo que cree mucha gente, el cerebro consciente tiene poco que decir. Al igual que ocurre con los billones de membranas que protegen a sus respectivos núcleos y que hacen de nuestro organismo una comunidad andante de células, desgraciadamente el cerebro consciente se entera demasiado tarde cuando una de esas células ha decidido actuar como un terrorista: un tumor cancerígeno, por ejemplo, que decide por su cuenta y riesgo prescindir de la comunicación solidaria con su entorno, a costa de poner en peligro a todo el colectivo.

Las miles de agresiones que sufren las células a lo largo del día, así como los procesos regenerativos o reparadores puestos en marcha automáticamente, también escapan a la capacidad consciente del cerebro. En lo esencial estamos programados, aunque sea imperfectamente.

En la actualidad, tras décadas de estudios dedicados a la mosca de la fruta, una extraña compañera de viaje con la que compartimos buena parte de nuestra herencia genética, se ha descubierto una proteína llamada CREB que incide poderosamente en la transformación de la información en memoria a largo plazo. También afecta a otras áreas del comportamiento, como nuestros instintos maternales y nuestros ritmos de sueño y vigilia. Esto sugiere que la maquinaria molecular implicada en los procesos de la memoria y del aprendizaje se ha conservado prácticamente intacta. De ahí arranca el problema de la búsqueda de la felicidad supeditada a la genética y a las emociones programadas vulnerables. No es la única instancia en la que el trabajo de la evolución habría culminado de otra manera si, en lugar del resultado de la convergencia evolutiva, se hubiera podido ingeniar de nuevo. El sistema de visión de los humanos es un buen ejemplo de ello.

El escaso papel desempeñado por el cerebro consciente en los procesos celulares no implica, en cambio, que se pueda vivir al margen de ellos.La contaminación atmosférica, la acción del oxígeno o el estrés a través de los flujos hormonales inciden, directamente, sobre las células o los restos de células. Las decisiones conscientes, como dejar de fumar, contribuyen a disminuir el número de agresiones; y las acciones tendentes a reforzar los procesos reparadores, como la ingesta de antioxidantes, también pueden modelar la longevidad de las células.

Ocurre lo mismo con las emociones. Su origen en la parte no consciente del cerebro no implica que se pueda vivir al margen del sistema límbico...

Eduardo Punset

Entras y sales de mi vida.....

Entras y sales de mi vida..... Con el permiso no concedido, plasmo aquí un poema de otro blog estupendo que es:
http://www.lacoctelera.com/ccarbonell

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Entras y sales de mi vida,
a tu antojo, cuando quieres y se te antoja...

Entras y sales de mi vida,
haces estragos,
me alegras, me das tristeza,
me das ganas de vivir,
me ilusiona, me desilusionas...

Entras y sales de mi vida,
y te espero siempre,
y siempre estoy dispuesto a estar a tu lado,
cuando tu lo quieras,
no cuando yo lo quiero,
pero así estoy bien...

Entras y sales de mi vida,
y yo lo acepto,
y me rindo ante esa voz
que me lleva al cielo
y luego me deja en el infierno,
sintiendo ese calor
que una vez me abrazó
y que ahora quiero sentir nuevamente...

Entras y sales de mi vida,
y no espero que sea siempre así,
espero encontrar una nueva ilusión,
aunque desearía
con toda el alma
que fueras tu
y solo tu....

Entras y sales de mi vida,
y asi soy feliz...
Pero no por mucho tiempo.

Para tí, para vosotras...

Para tí, para vosotras... AMIGAS

Mis amigas son un manojo de flores frescas
en el jarrón de mi vida
y tienen una peculiaridad
al regarlas me riego a mí mismo
porque no solo adornan el salón de mi presente
también contribuyen a reconstruir mi pasado
y a componer mi futuro,
son piezas clave de mi puzzle fragmentado.

Cada una es un pedazo de mi espejo
un reflejo, una imágen de mi mismo
un dígito de mi clave secreta.

Mis amigas son la familia no impuesta
la sangre que no corre por mis venas
pero si la savia que cabalga por mi alma
dejándome en cada vivencia una huella.

Ellas escriben en las páginas de mi libro
y acompañan mi dolor porque también lo conocen,
saben de mi soledad y mis angustias,
mis luchas, mis fracasos, mis temores.

Son capaces de hacerme reír en mi propio entierro
y besar mis heridas cuando sangran,
guiarme en el laberinto cuando me pierdo
y callar cuando se impone el silencio

Mis amigas son los bastones que me faltan
cuando mi alma anda un poco torcida,
tienen la habilidad de ser transparentes
y frágiles como el cristal pero consistentes.

No concibo mi vida sin su presencia
Y aunque empiezo a contarlas desde mi mano izquierda
Cuando las observo reunidas, abiertas a la vida,
Veo un abanico desplegado de infinitas varillas.

Mis amigas son las caricias que me faltaron
cuando yo era niño.

(Original en 1ª persona del femenino de Gloria Bosch)

Los hijos de Mil

Los hijos de Mil Cuenta la leyenda que el ilustre Brath (hijo de Death)tuvo un hijo llamado Breogán, el que actualmente figura en el himno gallego, que fue un gran conquistador de tierras en España tras muchas batallas y combates contra las duras tribus españolas.

Fundó la ciudad de Brigantia (que actualmente es A Coruña) y el faro, que ahora se llama «Torre de Hércules».

Breogán tuvo 10 hijos: Breg, Cuala, Cuaionge, Bleid, Fuad, Muirtheme, Eble, Nar, Ith y Bile.

Uno de ellos, Bile, le dio un nieto llamado Golam, que fue educado «en todo tipo de sabiduría» y en las artes de la guerra. Pero cuando llegó a la edad adulta decidió regresar a la tierra de la que partieron sus antepasados.

Entonces, con cuatro barcos partió hacia Escitia, pasando por Gatiam (Gadir/Cádiz), las torres de Hércules, Sicilia, los mares Negro y Caspio, hasta llegar a las llanuras Escitas, que por entonces estaba gobernada por el rey Reffloir.

El recibimiento fue caluroso y el Rey quiso que Golam se casase con su hija Seng, con la que tuvo dos hijos: Eremon y Eber Donn. Pero con el tiempo, Golam llegó a gozar de más popularidad que el propio rey, lo que causó la envidia de éste, que acabó retándolo a un duelo.

Tras vencerlo, Golam se fue con los suyos, incluidos sus hijos, navegando por las costas de Asia hasta llegar a Egipto.

El recibimiento por parte del faraón Nectonebus no fue menor que el que le brindase Reffloir, y también lo casó con su hija Scota. Allí permaneció Golam ocho años, teniendo con su nueva esposa una pareja de gemelos.

Entonces quiso Golam regresar a su auténtica tierra, junto a los suyos. Embarcaron y llegaron a una Brigantia desierta.

Breogán había muerto y las tribus sometidas se habían vuelto contra los goideles.

Golam reunió a los supervivientes, refugiados en los bosques y las montañas, e inició la contraofensiva.

Resultando, igual que su abuelo Breogán, vencedor en todas las batallas, por lo que recibió el nombre de Mil.

Y gobernó durante bastantes años, hasta que una enfermedad acabó con él.

Después las tribus volvieron a sus habituales hostilidades con más fuerza que nunca, por lo que los sucesores de Golam, sus hijos Emer Donn y Eremon, tuvieron que limitarse a defender los límites de Brigantia.

Entonces, Ith, otro hijo de Breogán, «experto y muy preparado en conocimientos» (sin duda un druida), una noche de noviembre vislumbró desde la Torre de Hercules una lejana isla y hasta ella embarcó junto a algunos hombres.

Esa isla era Irlanda, que por aquel entonces se llamaba Inis Ealga y estaba habitada por los Tuatha Dé Danann. Estos, ya estaban alejados de la gloria de los viejos héroes de antaño y guerreaban entre ellos una vez que habían acabado con sus enemigos. En la fortaleza de Ailech (en el actual condado de Donegal) encontró a tres reyes que discutían sobre cómo dividirse entre ellos la tierra de un cuarto, que había muerto.

Ith les encaminó a que depusiesen las armas y que disfrutasen la vida en aquella tierra en que vivían, tan fértil y con buen clima. Los reyes creyeron entender en sus palabras un deseo de conquista, por lo que le tendieron una emboscada cuando regresaba a su barco, de la que resultó mortalmente herido. Cuando se enteraron de esa traición, los Hijos de Mil decidieron tomarlo como una declaración de guerra y se dispusieron a invadir la isla. A la primavera siguiente partieron de Brigantia 5 barcos con 40 jefes guerreros, sus mujeres y servidumbre, entre ellos Amergin, hijo de Golam.

Al llegar, un 1 de mayo, día decimoséptimo de la luna, los Tuatha de Danann se hicieron los ofendidos por ese ataque de improviso, por lo que Amergin determinó que se alejarían con sus barcos a una distancia de nueve olas (en la Galicia actual aún se conservan rituales relacionados con nueve olas) y después atacarían.

Entonces los druidas de los danianos provocaron una tormenta mágica que dispersó los barcos mar adentro.

Amergin consiguió parar la tempestad invocando al espíritu de la tierra de Irlanda, con quien se había comunicado con anterioridad. Todos se salvaron excepto Donn y los de su barco, que serían tragados por las aguas tras jurar aquel que mataría a todos los habitantes de la isla. Los Tuatha de Danann serían derrotados en Sliabh Mis y en Tailtiu, pasando los supervivientes a vivir en el sidhe, algo así como el mundo subterráneo al que se accedía a través de los dólmenes y otro tipo de edificios de la más remota antigüedad que había en las colinas.

Por su parte, los hijos de Mil quedaron gobernados por los hermanos Eremon y Eber Finn, que no lograron ponerse de acuerdo y se dividieron al personal y a la isla, quedando el norte para el primero y el sur para el segundo.

Y esta invasión sería la última, ya que no hubo ni plagas ni otros invasores (las invasiones vikingas y normandas fueron muy posteriores y muy parciales), por lo que aquellos Hijos de Mil, procedentes de España, serían los antecesores de los irlandeses actuales...

El origen de la vida...

El origen de la vida... Se van acumulando poco a poco indicios de que el origen de la vida es extraterrestre. Ya lo sabíamos, pero las pruebas recién aportadas por Jeffrey Bada en la reunión de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias ha dejado a más de uno un poco estupefacto.
Digo que ya lo sabíamos porque si fuéramos de este planeta no nos sentiríamos tan extranjeros en él. La verdad es que nunca nos hemos encontrado a gusto aquí; es cierto que nos maravillan los amaneceres africanos y las puestas de sol sobre el mar de Grecia, y que nos quedamos con la boca abierta frente a excesos como las cataratas del Niágara, pero también es verdad que hay un momento de la tarde, cuando el sol está a punto de caer, pero no cae, en que sentimos en el pecho una opresión algo angustiosa. Y también que al mirar algunas montañas, vemos planear sobre ellas la sombra de un pensamiento oscuro, de una amenaza. Nos gusta el mundo, en fin, porque está lleno de cosas raras, como las piedras y los árboles y los océanos, pero nunca nos hemos encontrado en él como en casa.
Además de eso, la confirmación de que procedemos de algún remoto lugar de este o de otro universo, no se sabe, plantea también algunas cuestiones sobre el cuerpo. Con el cuerpo pasa lo mismo que con el mundo, que, aun pareciéndonos admirable, no acabamos de encontrarnos a gusto en él. Es como un traje que nos viene demasiado grande o demasiado pequeño, según. Y es que el cuerpo, seguramente, tuvimos que adquirirlo al llegar a la Tierra, porque es que aquí no se puede vivir sin cuerpo. Pero no nos gusta, la verdad; además produce muchos sinsabores. O sea, que a lo mejor lo del alma no es un invento, sino el recuerdo de lo que fuimos en ese otro mundo del que procedemos y al que anhelamos volver.
Desde que leí la noticia, me duermo pensando en ese lugar mítico en el que vivíamos sin cuerpo y sin las servidumbres a que nos somete, pero me hago cargo de que en este planeta sin cuerpo no vas a ningún sitio: lo importante es saber que se trata de una prótesis.

Juan José Millas.

Gloria Fuertes

Gloria Fuertes .

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La vaca llorona

La vaca está triste,

muge lastimera,

ni duerme, ni bebe

ni pasta en la hierba.

La vaca está triste,

porque a su chotito

se lo han llevado

los carniceros

al mercado.

Está tan delgada,

la vaca de Elena,

que en vez de dar leche,

da pena.

(Para escuchar este poema en voz de Gloria Fuertes)

MAÑANA VOLVERÉ

MAÑANA VOLVERÉ Mañana volveré al mundo.

Regresaré al imperio de los ausentes.
Nadie sabrá de mi llanto.
¿Quién intuirá que vengo de mí mismo?

Mañana volveré al mundo.

¿Quién concluirá conmigo
el lienzo de mi infinita melancolía?

¿Quién descubrirá en mi alma
las huellas del ángel que fui?

¿Quién puede enjugar
las lágrimas de mis constantes despedidas?

Mañana volveré al mundo,
pero,
¿quién sabrá que no soy yo quien vuelve?

J.J. Benítez

No somos nadie.

No somos nadie. Mi madre decía con frecuencia una frase que a mí me fascinaba: "En esta casa somos muy cafeteros". Solía emplearla como respuesta a los halagos que de su café hacían las visitas. A mí me parecía bien que en casa fuéramos muy cafeteros, ya que no podíamos ser otra cosa. Creo que como carecíamos de identidad, y de horizontes, esto de ser cafeteros era una de las cosas a las que podíamos aspirar sin grandes inversiones.

Mi padre, cuando veía en la televisión a un bailarín negro, solía decir: "Los negros llevan la música en la sangre". Lo afirmaba con tanta pasión que parecía que hablaba de nosotros, de manera que llegué a pensar que éramos una familia de negros un poco desvaídos. Aquella frase, la verdad, me parecía tan rotunda como la de mi madre acerca del café. Crecí con la idea de que el colmo de la personalidad consistía en reunir las dos condiciones: ser cafetero y negro al mismo tiempo.

Transcurrieron los años y mis padres alquilaron una casa con goteras -un desastre- en la sierra de Madrid para pasar el mes de agosto, continuábamos siendo muy cafeteros y los negros seguían llevando la música en la sangre. Pero mi horizonte se amplió con una nueva frase, utilizada de manera indistinta por mi padre y mi madre, para transmitir a las visitas las excelencias de aquel lugar: "Aquí, a media tarde, te tienes que poner una rebeca en pleno mes de agosto". O sea, que además de ser negros y cafeteros, ahora vivíamos en un lugar donde había que ponerse una rebeca a media tarde. Estábamos, en fin, llenos de atributos. Los padres de algunos de mis compañeros veraneaban junto al mar en casas de verdad y poseían coches excelentes, pero yo los miraba por encima del hombro, porque no eran negros, ni cafeteros, ni se tenían que poner una rebeca a media tarde. Con los años, además de volverme blanco, tuve que dejar el café, porque me hacía daño. Sólo conservaba la rebeca, pero se la di a un pobre el otro día. O sea, que me he quedado en nada. La frase que más uso ahora también es muy original: No somos nadie.
J.J. Millás.

El cronopio y la flor

El cronopio y la flor Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que és una crueldad inutil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los petalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.
La flor piensa: -Es como una flor.

Julio Cortazar.

Gotitas de agua

Gotitas de agua Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aqui contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen ¡plaf! y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, que hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo, se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto ¡zup! ahí va, ¡plaf!, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiendose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adios gotas. Adios.

Julio Cortazar.

Gamiani

Gamiani ......me destrencé el cabello, me aligeré de ropas y me tumbé en un sofá...¡Me da verguenza seguir!...instintivamente empecé a desperezarme y a retorcerme. Sin darme cuenta, adoptaba las posturas más lascivas. El sofá era de cuero y su frescuracontrastaba con el ardor de mi cuerpo. Respiraba gozosa en aquel ambiente de soledad y de silencio y poco a poco me iba sumerguiendo en un delicioso extasis. Con complacencia, tal vez orgullosa, iban mis ojos examinando mis formas. Mis manos se paseaban complacidas y suaves por todo mi cuerpo. Me acariciaron la garganta y despues mi seno. Fueron descendiendo poco a poco hasta llegar a mis partes mas secretas, donde quedaron aprisionadas por una instintiva aproximacion de mis muslos.
Aquel contacto me fué muy dulce. Las palabras amor y amante acudían a mi imaginación con un sentido extraño.

(...) sentí un gran deseo de volar y perderme entre las ojas de los arboles o de ir a revolcarme en el cesped. A un mismo tiempo lo quería todo y fuera de mi, me tiré sobre los cojines. Tomé uno y lo coloqué entre mis muslos. luego cogí otro y lo abracé con locura. (...) de pronto me agité gozosa y luego quedé como anonadada. Asustada me puse de pié sinsaber lo que me habia ocurrido. me sentí mojada. Creyendo que estaba herida, me arrodillé pidiendo a Dios que me perdonara si habia pecado...

Alfred de Musset (Gamiani)

Dos mariposas de alas rosas

Dos mariposas de alas rosas Dos mariposas de alas rosas

Las mariposas preciosas
sólo viven unas horas

Dos mariposas
de alas rosas
estaban regañando

-Eres una polilla arrugada
-y tú eres un gusano con alas
-Ojalá te cace un niño y te clave un alfiler, mariposa horrorosa.
-Y a ti que te caiga la lluvia de costado y te quedes como papel mojado

¿Por qué discutís muchachas- dijo una rama llena de sabiduría- si vais a vivir tan sólo un día?

Dos mariposas de alas rosas, gloria fuertes

El cuento de las manos

El cuento de las manos Las dos manos se levantaron de la cama a la vez, pero la derecha se puso a trabajar enseguida: afeitó la cara, lavó el cuerpo, cepilló los dientes, buscó los calcetines, y, luego, en la cocina, asió la taza y la llevó a la boca. Antes de salir a la calle aún tuvo que ocuparse de cerrar puertas y dejar una nota para la asistenta en la nevera. No paraba. La izquierda, siempre a remolque, colaboraba de mala gana en tareas auxiliares, tales como apretar el tubo del dentífrico o hacer el nudo de la corbata, y luego se refugiaba en el bolsillo.
En el autobús, la derecha se ancló, algo crispada, a una barra de sujeción para evitar que el cuerpo fuera zarandeado; la izquierda, entre tanto, dormitaba, balanceándose, al extremo de su brazo.
Cuando llegaron a la oficina la derecha escribió un informe comercial y firmó los balances del último trimestre. Siete veces sonó el teléfono y la izquierda ni siquiera hizo ademán de cogerlo. Fue su contraria la que,abandonando informes y balances, descolgó el aparato y lo sostuvo junto a la oreja el tiempo necesario para liquidar el asunto. La izquierda recorría perezosamente con los dedos las irregularidades del escritorio descubriendo dibujos y geografías sorprendentes entre las imperfecciones de la madera o del barniz. Si hubiera habido alguna comunicación entre ambas y la diestra en lugar de trabajar tanto, hubiera escrito el diario de los descubrimientos de la otra, tal vez hubieran alumbrado una crónica
de Indias.
Ya en la cama, de noche, a la hora del amor, mientras la diestra se refugiaba pasiva tras la espalda de la mujer, la izquierda anduvo por sus ingles y probó los jugos de todas sus cavernas. Cuando, los cuerpos agotados, adoptaron la posición del sueño y la izquierda rodeó la cintura de la esposa, la derecha llevaba ya un rato dormida debajo de la almohada.
J.J. Millas

Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo

Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.
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En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados.
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En Amalfí, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.
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Un señor está extendiendo pasta dentrífica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.
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Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.
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Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.
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El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.
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Julio Cortazar- Historias de cronopios y famas.

INSTRUCCIONES PARA LLORAR

INSTRUCCIONES PARA LLORAR Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.


J.Cortázar

Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre

Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre Un fama y un cronopio son muy amigos y van juntos al correo a despachar unas cartas a sus esposas que viajan por Noruega gracias a la diligencia de Thos. Cook & Son. El fama pega sus estampillas con prolijidad, dándoles golpecitos para que se fijen bien, pero el cronopio lanza un grito terrible sobresaltando a los empleados, y con inmensa cólera declara que las imágenes de los sellos son repugnantes de mal gusto y que jamás podrán obligarlo a prostituir sus cartas de amor conyugal con semejantes tristezas. El fama se siente muy incómodo porque ya ha pegado sus estampillas, pero como es muy amigo del cronopio, quisiera solidarizarse y aventura que en efecto la vista de la estampilla de veinte centavos es más bien vulgar y repetida, pero que la de un peso tiene un color borra de vino sentador. Nada de esto calma al cronopio, que agita su carta y apostrofa a los empleados que lo contemplan estupefactos. Acude el jefe de correos, y apenas veinte segundos más tarde el cronopio está en la calle, con la carta en la mano y una gran pesadumbre. El fama, que furtivamente ha puesto la suya en el buzón, acude a consolarlo y le dice:

-Por suerte nuestras esposas viajan juntas, y en mi carta anuncié que estabas bien, de modo que tu señora se enterará por la mía.

Instrucciones para subir una escalera

Instrucciones para subir una escalera Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en angulo recto con el plano del suelo y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en linea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachandose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesion momentanea de un peldaño o escalón. Cada uno de esos peldaños, formados como se vé por dos elementos, se situa un tanto mas arriba y mas adelante que el anterior, principio que dá sentido a la escalera, ya que cualquier otra convinacionproduciría formas quizá mas bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atras o de costado resultan particularmente incomodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pié, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisay respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pié, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pié, pero que no ha de confundirse con el pié antes citado) y llevandola a la altura del pié, se la hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en este descansará el pié y en el primero descansará el pié. (los primeros peldaños son siempre los mas dificiles hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia del nombre entre el pié y el pié hace dificil la explicacion. Cuidese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pié y el pié).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternativamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella facilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo

Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo Una pequeña muestra sobre Julio Cortazar de su libro Historias de cronopios y de famas:

En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere.

En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dióscuros que luchan con sus caballos encabritados.

En Amalfí, al terminar la zona costanera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.

Un señor está extendiendo pasta dentrífica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.

Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.

El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.