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PATCHUKO

Cuento de Marzo

Cuento de Marzo Con unos siete u ocho años,
paseaba con su madre por el barrio.
Entonces la vio y le vio. Se vieron.
Se miraron, fue muy intenso.
El se detuvo y su madre le daba
tirones para continuar.
El se resistía. Ella estaba
a punto de subirse a un taxi
y no lo hizo por unos instantes,
por una eternidad. Se quedó así,
mirándole, mirándose los dos,
pese a los más de 50 metros que
les separaban. Se sonrieron con
toda la sinceridad que da ser niños.
Con sus miradas, se dieron besitos de angeles.

Fue como un sueño mágico,
se encontraron y se perdieron
en ese instante y se ataron para
toda la vida. Nunca más desaparecería
de ese niño el desasosiego por encontrarla
algún día de su vida ¿Sentiría ella lo mismo?
Se han llegado, se llegarán a conocer?. La niña
se esfumó tras la puerta del taxi. El niño sigue
buscando. Sigo buscando, quizás me esfume tras mis pensamientos...
PATCHUKO.

2 comentarios

lunaaaaa -

Que bueno que ya llego la cosecha!!!...Por supuesto que sintio lo mismo...la magia es reciproca.........

BRYDA -

siempre he pensado que el destino nos regala momentos increibles,que debemos atesorar en la memoria,quien dice que quizas un dia no os encontreis?lo hicisteis una vez no? realmente maravilloso ;)