El espejo del mundo entero

Es necesario construir una nueva cultura política. Esta nueva cultura política puede surgir de una nueva forma de ver el Poder. No se trata de tomar el Poder, sino de revolucionar su relación con quienes lo ejercen y con quienes lo padecen.
El zapatismo no es una nueva ideología política o un refrito de viejas ideologías. El zapatismo no es, no existe. Sólo sirva, como sirven los puentes, para cruzar de un lado a otro. Por tanto, en el zapatismo caben todos, todos los que quieran cruzar de un lado a otro. No hay recetas, líneas, estrategias, tácticas, leyes, reglamentos o consignas universales. Sólo hay un anhelo: construir un mundo mejor, es decir, nuevo.
En resumen: el zapatismo no es de nadie y, por lo tanto, es de todos.
Subcomandante Insurgente Marcos.
EZLN
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